Law Abiding Citizen

By Anónimo

Un grupo de narcotraficantes llega a un muelle, donde el protagonista se encuentra de vacaciones con su esposa y su hijo. Estos narcotraficantes cogen a la esposa y el niño, y delante de él los matan. Esa es la escena que más me impactó porque yo creo que es lo peor que me podría pasar a mí como policía o a cualquier otra persona, que delante de mí maten a mi familia. A mí como policía me marca más porque yo soy ley, y ver eso y no poder hacer absolutamente nada me impacta. Me colocaría en el papel de la víctima. Me haría matar primero por defenderlos. Yo pienso que si yo quedo vivo buscaría no tomar venganza, simplemente averiguar quiénes fueron, meterlos presos para que pague por el daño que hicieron, porque violencia genera violencia y no creo que sería el actuar. Pero si después usted piensa con cabeza fría, usted va a decir, no, yo voy y mato a un delincuente de esos y a mí sí me meten preso. Me mataron mi familia y yo voy a terminar preso de todas formas! Desafortunadamente la ley acá a veces favorece mucho al delincuente, o favorece a los que tienen dinero. El policía o soldado que le diga que no siente miedo es un combate, que no siente miedo cuando le están echando bala es un mentiroso, nunca ha estado en esto. Ya cuando usted reacciona y dispara, ahí ya los nervios se calman porque la adrenalina baja, ¿si me entiende?, ya al usted disparar, ya se siente calmado. Somos un país tercermundista donde prevalece la maldad de la gente ante cualquier cosa, porque desafortunadamente existe la corrupción. La juventud de hoy en día por cualquier peso se venden y es muy fácil manipularlos porque a ellos les gusta la plata, quieren vivir bien y se enamoran mucho de las armas.

Statements on violence

Lo que más me impactó de esa película que se llama “el vengador”, es la escena donde los tipos malos o un personal de narcotraficantes  llegan a un muelle donde él se encuentra de vacaciones con la esposa y el hijo, el niño tiene aproximadamente como seis años, y estos narcotraficantes cogen a la esposa  y el niño, y delante de él los matan, esa es la escena que más me impactó porque yo ser policía y ver una  escena de esas, yo creo que es lo peor que le puede pasar a mí como policía o a cualquier otra persona, que delante de mí  maten a mi familia, a mí como policía me marca más porque yo soy ley, no poder hacer absolutamente nada en contra de esto. Eso es lo que más me impacta de esta película.

Es decir, ¿a usted le impacta no poder hacer nada?

O sea, del ver que están sacrificando a mi familia, que la están asesinando delante de mí no poder hacer nada…

¿Pero por qué el personaje no podía hacer nada?

Porque lo capturan, y hacen que vea cómo matan a la familia, es una venganza en contra de él, eso es lo impactante de la película.

¿Si usted tuviera que hacer algún papel en esa escena, cuál sería? ¿el victimario, la víctima, o el espectador?

De lógica que sí haría el papel de la víctima, porque pues uno como tal se mete en el cuento y a simple vista uno siente lo que pasa. Me colocaría en el papel de la víctima y haría que me hicieran lo mismo, que me mataran, antes de que mataran a mi familia me haría matar primero por defenderlos, eso es lo que siente uno cuando se mete en el cuento. Cualquier persona civil no siente eso, pero yo como ley sí sé como es el actuar, entonces haría lo imposible para evitar esta situación.

¿Cómo así el actuar de la ley?

Me refiero a como nosotros sentimos un caso de estos, es decir , yo lo voy a sentir porque yo he hecho procedimientos y yo soy la ley en este momento para evitar esa situación, desafortunadamente no puedo hacerlo porque los delincuentes me tienen a mí  (en la película), me han reducido y me tienen simplemente para que yo mire lo que está pasando y luego yo sé que a mí también me van a matar, entonces yo actuaría antes de que me maten a mi familia  para defenderlos, que me maten a mí primero.

¿Usted cree que esa escena tiene algo de relación con la violencia que se vive en Colombia, en Bogotá?

Sí, claro que sí, actualmente Colombia, y desafortunadamente estamos en este país y pues somos un país tercermundista donde prevalece la maldad de la gente ante cualquier cosa, porque desafortunadamente existe la corrupción, existen todo este tipo de cosas  y la juventud de hoy en día, pues de ver tantas situaciones de orden público como llamamos nosotros, los pelaos de hoy en día por cualquier peso, por cualquier cosa se venden y es muy fácil manipular a un joven de hoy en día. Actualmente la mayoría de los delincuentes son muchachos entre 14 y 17 años, ese es el fuerte para cualquier cabeza de delincuencia, llega a cualquier barrio de Bogotá, Medellín, Cali, cualquier zona aquí en Colombia y es la parte débil para poder meterse en una organización, porque los muchachos de hoy en día a ellos les gusta la plata, quieren vivir bien y se enamoran mucho de las armas, entonces llega cualquier tipo de estos, líder de una banda delincuencial y es muy fácil lavarle el cerebro para que se vuelvan delincuentes.

Bueno, también está muy en peligro la vida de los niños…

Desafortunadamente por ejemplo en Cali se viven guerras de pandillas, hay una línea ficticia donde usted no se puede pasar a este lado ni al otro porque es como una barrera invisible, porque si usted se pasa para allá y es de este combo, los del combo del lado de allá lo van a matar, y a veces son venganzas personales, ya sea porque usted miró mal al otro, o porque usted le hizo un daño, eso desafortunadamente meten en el cuento a la familia, es bastante malo porque la familia debería estar muy aparte de estas situaciones, o los niños, los más vulnerables son los niños y las mujeres. Desafortunadamente vivimos hoy en Colombia eso, las noticias no pasan la realidad de la vida y uno como policía sí ve lo que pasa a diario, eso es algo terrible, a eso le dan manejo, no puede salir todo eso a  flote en las noticias porque eso no es conveniente.

¿Es muy diferente lo que pasa en las noticias y en la realidad?

Sí, generalmente las noticias no pasan los hechos como son, ellos no les conviene tampoco pasar todo lo que pasa a diario. Por ejemplo, cada día en Bogotá son violadas 10 niñas entre 3 y 10 años de edad, y en los reportes de las noticias no pasan eso, pero nosotros sí tenemos esa información, desafortunadamente eso es así . A la misma sociedad no le conviene saber esto porque se crea una zozobra, se crea un daño social porque por ejemplo, en mi caso, yo tengo un niño de cinco años, yo siempre le digo a mi esposa, cuidado con el niño, no me lo deje salir a la calle solo, y si la gente recurriera a la autoprotección no ocurrirían tantas cosas, y por lo general , en la violación siempre el que llega a cometer el crimen es un familiar de la víctima, un primo, un tío, el padrastro… es una sociedad que está bastante despelotada, digámoslo así .

¿Ustedes como ley a veces se sienten como “maniatados” con esas situaciones?

Sí, desafortunadamente la ley acá en Colombia es bastante blandengue, a veces favorece mucho al delincuente, nosotros como policías actuamos hasta que la persona es capturada, la dejamos a disposición de la Fiscalía y desafortunadamente es allá donde el delincuente queda en libertad, y desgraciadamente  la gente menos favorecida con la ley acá en Colombia es la gente pobre, de recursos bajos, vea no más el caso de este joven Colmenares, es un caso que ha dado de qué hablar ¿por qué?, porque los papás de estos muchachos son adinerados, vaya a un caso donde violen una niña o maten un niño pobre, sale la noticia pero ya, porque la justicia colombiana es así, favorece a los que tienen dinero y a los que no tienen dinero desafortunadamente siempre van a perder.

Volviendo a la película, si usted estuviera en esa situación ¿cómo actuaría?, ¿también se volvería un “vengador?, ¿lo pensaría?

No, pues uno viendo la película, al fin y al cabo es una película ¿no?, pero viniendo a la realidad, yo pienso que si yo quedo vivo buscaría, no tomar venganza, simplemente averiguar quiénes fueron y poder coger esta gente, meterla presa para que pague por el daño que hizo, porque violencia genera violencia y no creo que sería el actuar. Cualquier persona en el momento piensa eso en el momento, pero si después usted piensa con cabeza fría, usted va a decir, no, yo voy y mato a un delincuente de esos a mí sí me capturan y me meten preso, me mataron mi familia y yo voy a terminar preso, de todas formas es actuar,  y yo que soy policía debo buscar es la manera legal de capturar esas personas.

¿No le quedaría algún sentimiento de venganza, de resentimiento?

Yo creo que sí quedaría ese pequeño resentimiento porque yo creo que eso es algo imborrable, ni con los años, que le maten la esposa o los hijos es una situación tenaz que solo la siente la persona que lo vive, pero ya pensándolo uno con cabeza fría y con ayudas psicológicas yo creo que uno no debería llegar a esos extremos.

Yo pensé que me iba a preguntar una experiencia propia, porque de esa sí le tengo una.

¿Cuál?

A mí me atacó la guerrilla en 1999, me mandaron una granada que me quedó incrustada en la espalda, lo que pasa es que no explotó, si hubiera explotado hubiera quedado como todas las pequitas que tiene usted. Me lanzaron eso como de aquí a la Plaza de Bolívar, de esa distancia, no muy lejos. Yo estaba hablando con otros policías, cuando de pronto volteo a mirar y veo que viene una camioneta, nosotros estábamos sentados en un andén, a mí algo me dijo “levántese”, yo cogí una uzi en la mano, cuando ví que el que estaba al lado del conductor se voltea y pum, me disparó, eso fue en cuestión de segundos, yo sentí como si me hubieran dado una patada muy fuerte, yo giré completamente en el aire, caí, y nos encendimos a bala. Me salvó que no me mataran a plomo. Los otros compañeros reaccionaron, yo pedí apoyo. Llegó un compañero y yo le dije “marica, revíseme que yo siento algo aquí”, yo pensé que había sido un tiro, entonces el pelao me revisó y como uno entre compañeros, al ver esa situación me dijo “no, tranquilo, no le pasó nada pero quédese quietico”, tenía era el artefacto que era una cosa como de 15 centímetros de largo, como un tubo, al final tiene como unas espueletas , eso a lo que se dispara, se activa y en la punta hay como un bombillito rojo que se prende y se apaga, eso significa que está activada, al impactar estalla, y yo no sé, cuando uno no está para morirse, cuando uno no está planillado, eso son cosas que cuando yo cuento no las creen, los que me conocen en la policía me dicen “culo de tanqueta”.

¿Y se sabe quién fue?

Sí claro, fue un frente de resistencia que había ahí en Barrancabermeja, eran del ELN, a esa gente la mataron, los mataron las autodefensas y aquí estoy contándole la historia, vea.

¿Y usted qué sintió?

Mire, en el momento del impacto yo sentí como una patada y me caí, después pues nos encendimos a bala, inicialmente usted siente miedo, porque el policía o soldado que le diga que no siente miedo en un combate, que no siente miedo cuando le están echando bala es un mentiroso, nunca ha estado en esto. La primera reacción de un ser humano es miedo, si usted a veces siente miedo cuando ve una cucaracha o un ratón, pues imagínese sentir que le están disparando. Ya cuando usted reacciona y dispara, ahí ya los nervios calman porque la adrenalina ya baja, ¿si me entiende?, ya al usted disparar, y ya usted se siente calmado. Cuando los manes vieron que nosotros reaccionamos, se abrieron. Inicialmente cuando el pelao me dice “quédese quieto que le clavaron una granada de fusil”, o sea, uno anda armado allá hasta los dientes, uno parece un Rambo, yo me quité todo eso, tenía el uniforme, la camiseta, el bóxer, todo quedó roto, yo conservo esas cosas. Llegó el técnico explosivos, me revisó, me recogieron en patrulla, me llevaron al hospital, los médicos asustados, les tocó con el técnico de explosivos, y me la arrancaron, los médicos me revisaron, no hubo necesidad de mucho porque como eso calienta, me cauterizó la herida, quedó solo aguasangre, eso sí me quedó un hueco bastante profundo, entonces me colocaron unos parches americanos y al mes y medio quedé listo.

¿Y cuando usted supo que esa gente que le había hecho eso la asesinaron usted qué sintió?

Pues no hice fiesta pero sí me entró con un alivio, de todas formas son cosas que sí, de pronto usted no ha vivido en la vida ¿si me entiende?, que se metan con usted o con algún familiar que es lo que uno más quiere en la vida, pues uno sí siente esa situación como de venganza, porque los colombianos somos apetecidos con esa situación, y cualquier persona a nivel del mundo, yo creo, por ejemplo estas propagandas que he visto últimamente sobre la paz, ¿usted cree en la paz?

Pues yo creo que el proceso de paz se tiene que hacer y por lo menos se tiene que hacer el intento, pero que de que haya paz en serio, esa es otra cosa.

Mire, yo creo que en Colombia nunca va a haber paz, se lo digo por experiencia propia y desafortunadamente a Colombia la manipula es la política. ¿qué hizo Juan Manuel Santos?, nosotros no tenemos derecho al voto, pero el man se aprovechó del proceso de paz para reelegirse, él hizo campaña con el proceso de paz, y como esas son situaciones en las que hay mucha plata de por medio, todos los políticos se unieron con el man, ninguno en este país hace una cosa, en la alta alcurnia, digámoslo así, en bien de la sociedad, a ellos no les importa. Uno que ya ha visto tantas cosas, yo conozco casi toda Colombia, lo más duro que me ha dado es estar en el Chocó, no por el orden público sino por el nivel de vida de allá. Yo trabajaba en Medellín cuando me trasladaron para el Chocó, yo era soltero y me mandaron por allá, y pues en una ciudad capital usted cuenta con todo, llegamos a Chocó,  a la capital Quibdó y nos recogió un helicóptero y nos llevó a San Marino, un caserío como de 80 casas. Yo hice un censo, la familia más pequeña era con cuatro niños, uno detrás del otro, seguiditos, el que más ropa tenía era una pantalonetica, yo, de todo lo que uno vivía de tener cosas y tantas vainas, si vive uno dentro de lo normal, y llegar y ver una población en esta situación, donde la gente se muere de hambre, la vida le da un giro de cinco mil por ciento, muchos compañeros míos pidieron la baja. Lo bota a usted el helicóptero en un potrero, y ver la situación de esa gente lo conmueve a uno, llegamos, nos ubicamos y empezamos a trabajar, porque había guerrilla como a dos horas, y no eran 100 ni 200, sino como mil, empezando por ese lado uno ya sentía como miedo, pero usted ver a la población civil en esas condiciones infrahumanas es una cosa tenaz. Yo era el encargado de la comida, conmigo éramos como 70 hombres, éramos un grupo operativo, yo metía la comida cada tres meses, cuatro toneladas de comida cada tres meses en helicóptero porque no había carreteras, mire, no me va a creer, allá los niños no conocen una bicicleta. Llegarle un indio de esos, que lo miran a uno como lo malo, porque como allá es pura guerrilla, es decir, la guerrilla los tiene psicológicamente, yo llegué y empezaba a, de la comida que yo llevaba, me robaba algo y se lo daba a ellos , entonces a mí me querían, me decían “mi cabo, el día que se entre la guerrilla a usted no le van a hacer nada”.